Todo Tiene un Por qué

ANA

¿Por qué Ana?

Ana es luz, su sonrisa enmarca la vida, y esconde la mueca de la incomprensión ante situaciones inesperadas de la vida.

Ana es fuerza, la que cada mujer saca cada día de su mochila personal para tirar adelante porque aunque el camino trazada desapareció, ella está construyendo el suyo propio.

Ana se descalza, y se siente libre al notar el frío de lo desconocido al notar el frío de lo desconocido.

SUPERAR LO INSUPERABLE

Planificar tu vida, concretar un camino, asentar tu futuro sobre la seguridad y así comenzar a andar. Hasta el día en el que la Vida dice: ¡Se acabó!

Y amanece un día cualquiera, cualquiera para el resto del mundo pero el tuyo comienza a derrumbarse, todo aquello en lo que creías firmemente comienza a desvanecerse, tus expectativas de futuro de un plumazo desaparecen, el horizonte seguro del que presumías ante ti misma se esfuma en un segundo.

Entre ruinas comienzas a andar, sin saber qué camino seguir, porque realmente, la destrucción ha sido tan grande, que no existen caminos trazados.

¿Y entonces qué?

1. Aprende. Lo que pasó, pasó. La vida no tiene vuelta atrás, lo que pasó, pasó y además no existen culpables y si existieran, buscarlos solo ahondaría aún más en tu dolor, y el rencor no es buen consejero para seguir adelante. Asúmelo, es duro pero pasó.
2. Deja de preguntarte continuamente. ¿Porqué a ti? Es una pregunta sin respuesta, o quizás sea el tiempo, mucho tiempo, el que te haga entender el porqué.
3. Reconstrúyete. Pasito a pasito. Ahora, eres otra persona, diferente a la de ayer, más fuerte. Apóyate en los tuyos, los que te quieren, los que nunca te fallan, los que intentan entenderte. Déjalos que te quiera, ellos también lo necesitan.
4. Sé intensa. Llora con ganas, ríe fuerte, siente mucho, la vida es un camino siempre hacia delante, lo que tienes hoy es un tesoro, exprímelo, no pienses en mañana para ser feliz, vive hoy.
5. Apasiónate. Encuentra tu pasión, no deje pasar las oportunidades, ahora entiendes que si quieres algo, hay que luchar hasta conseguirlo, las medias tintas no son para esta vida.
6. Sé agradecida. El golpe fue duro, pero te quedan muchas cosas por las que levantarte cada mañana. Piensa en lo que tienes, y no en lo que te falta.
7. Valora esta nueva oportunidad. Muchos no la tuvieron y se quedaron en el camino, tú no, tú sigues pisando fuerte. Si la vida te ha dado una nueva oportunidad ¿no te la vas a dar tú?