“La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”

Steve Jobs

Cuando amas profundamente aquello a lo que te dedicas, cuando los ojos te chisporrotean al pensar en el proyecto del que formas parte, cuando la alegría, la ilusión, la camaradería y el sentimiento de pertenencia son el pan nuestro de cada uno de tus días, entonces estás muy, muy cerca de la felicidad y la plenitud.

Y tú dirás -¿Es eso posible?- La respuesta es un rotundo y categórico SI y no, no es utopía.

En Miradas de Mujer hemos podido comprobarlo sobre el terreno, lo hemos sentido en cada poro de la piel, hemos percibido el aroma de la familiaridad, el suave tacto del trabajo en equipo, el tintineo de la excelencia en cada detalle, en cada gesto, el sabor de la cocina hecha con mimo y mucho, mucho amor y entonces, hemos descubierto el verdadero tesoro de El Califa: su gente.

 

Este impresionante conglomerado turístico que engloba una docena de establecimientos destinados al disfrute tiene el mejor activo que una empresa pueda desear: trabajadores que sienten como suyo este proyecto iniciado hace dos décadas en Vejer por un escocés enamorado del pueblo más bonito de España, James Stuart,  y una vejeriega de avispada mirada y deliciosa sonrisa, Regla Álvarez, que un día vio las enormes posibilidades de este privilegiado emplazamiento en el que la naturaleza y el mar se funden.

Así nació El Califa, un loco sueño que hoy día se ha convertido en sello de identidad de Vejer y cuyo nombre resuena como sinónimo de experiencia para los sentidos, como un viaje a la historia, como una inmersión en los sabores de Oriente, como un alimento para la mente, un placer para el cuerpo, una desconexión para el alma, como un viaje hacia la esencia de la vida.

Y en ese viaje en el que nos embarcamos nos acompaña un equipo de más de un centenar de personas encargadas de poner su pasión, su esfuerzo y su ilusión al servicio de nuestra felicidad. Y lo logran ¿Sabes por qué? Porque son felices con lo que hacen.

Desde Toñi y Nuria en la recepción, pasando por el personal de servicio y restauración, de Desireé Di-Nitto en la dirección de marketing y comunicación del grupo o de Ana Durán, la joven directora de los hoteles de la firma, – es curioso, el 85% de los trabajadores del grupo son mujeres- todos se sienten miembros de la misma familia, esa que fundaron James y Regla y de la que ahora son también parte integrante con un grado de implicación envidiable, lo que sin duda explica el éxito sin precedentes de este proyecto.

Queremos ser el número 1 y mantenernos como referencia turística y eso conlleva esfuerzo y muchas nuevas ideas, que aportamos todos y cada uno de los integrantes de esta gran familia porque vivimos esto como nuestro proyecto conjunto. Aquí vamos todos a una y esto hace que nos sintamos cómodos y que el trabajo se haga mucho más fácil”.

Escuchar a Ana Durán hablar de su cometido y ver en sus ojos el inconfundible brillo de la emoción es conmovedor. Con tan solo 32 años dirige los hoteles de la firma después de ascender en la empresa desde abajo. “Comencé en El Califa como camarera durante los veranos de estudiante y más tarde con solo 25 años, asumí la dirección del Hotel Madre Selva, en Caños de Meca. Es mi casa, es mi gran familia”.

Su sonrisa al mirar a sus compañeras, su delicadeza al recorrer los laberínticos pasillos que encadenan los diferentes establecimientos situados en pleno centro de Vejer, su orgullo al mostrarnos cada detalle, cada terraza con vistas, cada rincón en el que se palpa la historia y la herencia árabe en perfecta armonía con el estilo rústico tradicional andaluz, es la viva imagen de la magia de El Califa.

Es un orgullo trabajar en un lugar como este y a pesar de la responsabilidad, haber conseguido que la gente identifique Vejer con El Califa es una gran satisfacción porque nosotros siempre hemos vendido la marca Califa indisolublemente unida al pueblo, con su entorno natural, la playa, su historia y su cultura. Hemos creado una simbiosis perfecta”.

De hecho, El Califa se ha convertido en visita obligada cuando vas a Vejer, bien sea para descansar y desconectar en el hotel Casa del Califa o en el Plaza 18, el alojamiento rural Las Palmeras del Califa o las casas vacacionales del grupo, deleitarse con los platos con reminiscencias árabes en el Restaurante el Jardín del Califa, donde encuentras a Regla para darte la bienvenida con su mirada tierna y su franca sonrisa, comer en Corredera 55, tomar un piquislabis en Califa Tapas o en Califa Express, pasar por la Tetería o relajarte en el Hammam, sin duda una fantástica ruta que te transporta al Medio Oriente y que te regala una experiencia de desconexión total.

Con una cartera cada vez mayor de turismo internacional, sobre todo ingleses, alemanes, franceses y americanos, y un elevado número de visitantes a nivel nacional que acuden durante prácticamente todo el año, El Califa ofrece la esencia del pueblo, los ecos de la historia, el aroma de la naturaleza, la brisa del mar y los sabores de dos culturas interconectadas y todo, con la atención, el trato humano y la cercanía de un personal que, con una amabilidad que sale del corazón, te invita a formar parte de esta maravillosa familia vejeriega.

Así es muy sencillo vender la marca Califa ¿verdad? Y aún así, Desireé Di-Nitto, responsable de marketing y comunicación del grupo, se afana cada día en su tarea de hacer llegar al público la oferta turística de la empresa a través de los diferentes canales mediáticos y redes sociales.

Desiree se confiesa una enamorada de Vejer y cada día conduce más de 80 km para poder desempeñar un trabajo que le apasiona en un lugar tan privilegiado y con tanto encanto como El Califa.

La filosofía del grupo radica en el trato personalizado, la apuesta por la sostenibilidad, la digitalización y la innovación. De hecho, El Califa fue uno de los primeros hoteles boutique de Andalucía, allá por 2001 y durante estos veinte años su crecimiento ha ido de la mano de la propia localidad de Vejer, de modo que han conseguido hacer un tándem perfecto en el que venden una imagen conjunta a nivel nacional e internacional.

Así, la periodista trata de transmitir la experiencia en El Califa como un cúmulo de #momentos felices.  Asegura que “en El Califa vamos un paso más allá y llevamos nuestra oferta turística hacia el trato humano y la búsqueda de sensaciones que vayan más allá de dormir en un sitio o comer un plato, sino en una experiencia más completa, que consiste en embargarte de historia, de sabores, de aromas, de vivencias”

Todo eso es El Califa, un proyecto que un día germinó sobre la base de la fusión con la naturaleza y que asentado en la pasión y el trabajo en equipo se ha convertido en un auténtico regalo para los sentidos, una apuesta por lo auténtico, una vuelta a la esencia a través del cuidado de los pequeños detalles, la cercanía, el sabor de la cocina a fuego lento y la historia en cada recodo. Y ese es, sin duda, junto con el equipo humano que lo sustenta, su mayor tesoro.

 

Cuando vas a un lugar, lo haces por lo que ves, cuando vuelves por lo que sientes

“Miradas de Mujer» es un espacio donde descubrir la vida desde otra perspectiva.  A veces, nuestra retina solo es capaz de recordar y no de ver. Es para nosotras un desafío dar un paso atrás y mostrar un trocito de vida desde una dimensión más personal, menos cifrada y más orgánica.

De la mano de la escritora Ana Gamero y con las fotografías de Irene Vélez deseamos que podáis mirar a través de nuestros ojos, a través de nuestras miradas.

Y esta vez agradecemos la colaboración de Arantxa Ambrosio.

Irene Vélez.

Fotógrafa

Ana Gamero Galvez. Periodista y escritora

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