Y el Sol brilló…

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Una familia es el cimimiento de una vida, pero los muros de nuestra existencia se construyen con nuestras propias decisiones.

Así, elegimos a nuestros amigos, quizás no a los inicios, pero después van encontrando su hueco sólo aquellos que consideramos esenciales.

Las vivencias, los sueños, las derrotas, las victorias todo acrecienta nuestro particular mundo.

Y un día llega El o Ella, y lo hace por la puerta grande, sin avisar, sin llamar, sin esperarlo…

y muchos se ríen ilusos, y muchos miran de reojo, y muchos silencian sus reparos,

pero una vez que sus pasos atravesien nuestra morada ya es imposible el olvido.

Así, poco a poco, se van llenando las paredes con fotos de vivencias, de sonrisas, de lágrimas, de manos unidas, de Te quieros.

Y llega el día y la casa se convierte en un adosado, dos vidas que se unen, dos mundos en un mismo camino.

Ese día, el Gran Día, el Sol acudió a la cita en el Santuario de Regla, y las nubes, envidiosas le siguieron en el camino, el fresco viento otoñal tampoco se quedó dormido.

Jacobo, tímido y cariño, conforma una parte importante de mi vida, tan importante como la sonrisa que en mí renace al recordarlo.

Tere es la energia, su otra mitad, la que al mirarlo se iluman sus ojos, el dulce contapunto de esta historia de Amor.

Una pareja con la que he reido, me he emocionado, me he relajado y me he acelarado, como la vida misma.

Una pareja especial y única, que desprende Felicidad y la contagia.

Gracias por confiar en mi para que cuente vuestra historia.

 

1 Comentario

  1. Citlalli Rico

    Uff!! Irene hermosa!! Tienes momentos joya!! Que lindo reportaje 🙂

    Responder

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