Seis años contando historias de verano con esta pandilla a la que tanto quiero: mi hija Julia junto a Celia, Abril, Aitana y Arantxa.
El sendero del Río de la Miel en Algeciras (Cádiz) fue el lugar elegido para volver a la aventura
Después de unos duros meses de clausura y teniendo en cuenta que nuestras protagonistas están en plena efervescencia vital, este año la sesión sería aún más especial si cabe, así que cogimos nuestras mascarillas, llenamos las mochilas con modelitos, zapatos, toallas, bikinis, repelente de mosquitos, tortilla de patatas, dulces, galletas, y agua, no mucha la verdad.
Comenzamos la aventura y la idea estaba clara, el plan no escrito sigue siendo el mismo, divertirnos juntas, siendo la fotografía la ‘excusa’ perfecta. Convertir unos momentos en un legado de la amistad disfrutona que comparten todas. Y así, de la manera más natural posible, todo fluyó.
Son tan especiales que cada momento lo tranforman en risas y diversión, y convierten el espacio en un instante atemporal donde todo se detiene. Con ellas he aprendido el nuevo lenguaje de la ‘Generación Z’: con sus +1, sus F, sus Pan…con ellas Tik Tok se convierte en protagonista y sus minibailes en interminables.
Este verano 2020 tendrá por siempre sabor a brócoli, a salsa de champiñones y a cereales de caramelo; nunca olvidaré las series amables pre-siesta, ni a Teen Wolfe, ni a Harry Style, ni a Paco y Bro, ¡¡beias¡ y por supuesto el Venturi a tope. Estos días de vacaciones siempre volverán a mi como una lista cargada de deseos completa.
FELICIDAD EN ESTADO PURO: LIBRES¡¡¡