Samuel Serrano, la voz con alma
Lo reconozco, no entiendo de Flamenco, no tengo ninguna formación musical relativa a este arte. Sé que es fruto de la influencia y el mestizaje de varias culturas como la gitana, árabe, cristiana y judía. Integra música, cante y baile y, en la actualidad, esta expresión artística se aprecia y practica en todo el mundo.
Yo entiendo de personas, de ésas que se dejan la piel y hasta el alma por lo que aman. De esas personas que viven con pasión y ésta es el motor de sus vidas. Por eso, desde la primera vez que oí a Samuel Serrano supe que era una persona única, de esas que nacen con estrella. Samuel posee un brillo muy especial.
Samuel Serrano es arte puro, es una mezcla auténtica de juventud enraizada en una personalidad de milenios, de cultura anclada en los genes. Su mirada expresa un mundo interior único.
Las luces y sombras de la Capilla en el Hotel Abba Palacio de Arizón me permiten asomarme a la persona que hay detrás del artista.
Samuel Serrano es un soñador con los pies en la tierra y mente de hoy con una voz ancestral. Mirar a Samuel a través de mi objetivo ha supuesto traducir mi admiración al artista en una admiración hacia la persona que hay detrás.
Puede que no seamos eruditos en determinadas materias, puede que no conozcamos la técnica a utilizar, ni el mensaje latente, pero lo que todo ser humano es capaz es de sentir, de emocionarse, porque esos sentimientos son universales y ocurre cuando el arte atraviesa nuestro corazón.