Todo comenzó como una Dulce Espera.
Después llegó la Vida e irrumpió fuerte, muy fuerte, multiplicando por dos las alegrías, las ilusiones, duplicando los sentimientos.
Y así estas pequeñas princesitas, Alejandra y Amparo dieron forma al nuevo universo de Alejandra y Darío.
Tan pequeñas, despertaron unos sentimientos enormes. Gigantes ilusiones que se acrecentaban con el paso de los días, creando una nueva vida a su alrededor y pintando sus horizontes con una hermosa luz de sorprendentes colores.
Ahora crecen, se divierten, viven apasionadamente cada instante, sus miradas se duplican pero el sentimiento es único, siempre juntas, siempre unidas.
La fugacidad del tiempo ya no importa, sus risas, sus juegos, sus besos, permanecerán por siempre en imágenes llenas de la misma luz que ellas desprenden, y así, pasados los años, sentadas al abrigo de sus padres volverán una y otra vez a aquella playa donde el eco de sus risas sonará aún en sus memorias para siempre.
Precisas las fotos enhorabuena a Irene por el gran trabajo y a Ale y su familia que salen estupendos!