Llegaste a mi vida en un momento de in-pass en el que pensaba que todo lo conocido era lo vivido y lo bueno por conocer una quimera.
Supimos desde el primer momento que no habría océanos, montañas o ríos que nos separaran. Y el sueño se fue haciendo real a medida que el cielo era surcado por maletas cargadas de sueños… y Londres: el lugar donde el sueño se volvió real.
A medida que nuestra vida va girando alrededor de nuestro Amor es más evidente que el lugar, el momento, las circunstancias…son indiferentes; lo importante, lo realmente importante eres Tú, soy Yo.
Y ahora, Londres se asombra, se paraliza, sonríe… porque nuestros besos no entienden de naciones, porque el Amor que traspasa nuestra piel es más poderoso que las miradas ajenas y la Vida es un puente por el que cruzamos a diario sabiendo que el Mañana es nuestro aliado.
Durante unos días el cielo londinense olvidó sus nubes, su especial luz se alió con la Felicidad de Ana y Sergio y juntos descubrimos no monumentos, ni rutas populares, no, descubrimos cómo se besa, cómo se abraza, cómo se ama cuando el tiempo se para porque dos personas se quieren más allá de London Bridge…más allá del mañana.
Gracias por abrirnos las puertas de vuestra vida, gracias por las confidencias nocturnas, gracias por vuestras historias, por vuestras sonrisas, por llevarnos al mejor lugar del mundo para comer donuts, por darnos literalmente las llaves de vuestro hogar y Gracias, mil, a mi Amiga-compañera-ayudante Arancha: unos días en los que la risa se me enganchó al alma gracias a ella.
Agradecimientos a Atlántico Viajes, a mi Amiga Salud por su apoyo logístico.