Situada en una pequeña montaña a pie de costa, se encuentra la preciosa localidad de Vejer de la Frontera, asentamiento de una singular mezcla de culturas a lo largo de los siglos.
Hasta allí, llegaron Vero y Miguel para desconectar del mundo, para volver a recordarse, a mirarse, a tocarse…la vida diaria nos impone un ritmo tan frenético, que a veces, muchas veces, “aparcamos” lo esencial, para no perder la cadencia impuesta…por eso, aquella tarde, Vero y Miguel volvieron a pasear, a jugar, a sentir que el reloj no marcaba las horas, sino que más allá del tiempo, mirarse a los ojos era lo único importante.
Y como dicen que Vejer es, quizás el pueblo blanco de estilo árabe más auténtico, su paseo los llevó a la Casa del Califa, un hotel donde la vida se para y el mundo desaparece tras sus muros. Vero y Miguel se reencontraron en Vejer, saltó la chispa de un Amor intenso, de un deseo de sentir que andan un mismo camino, que los preciosos ojos de Vero brillan siempre al mirar el reflejo de ese Amor tan grande que le profesa Miguel.
Agradecimientos al precioso Hotel Casa del Califa de Vejer de la Frontera un lugar tan especial como lo son los profesionales que allí trabajan. Gracias por vuestra atención.