LA OTRA FAMILIA,
Y NO, NO LE HABLO A LA TELE (AÚN)
Desde que comenzó el confinamiento nos hemos visto obligados, por necesidad, a convertir nuestro hogar en nuestro lugar de protección y a nuestra familia de proximidad en compañeros de este viaje varado. Los demás miembros de la familia y los amigos han estado cerca gracias a las llamadas y videollamadas que aprendimos rápido a hacer.
Pero hoy quiero hablar de otra familia, aquella a la que a diario veo, aquella a la que a diario escucho, aquella a la que a diario me acompaña.
Tras casi trece años he vuelto a reconciliarme con el ejercicio, yo que amaba locamente mis clases de aerobic y mi gimnasio, tras la llegada de la peque y circunstancias posteriores lo dejé todo de lado, aunque, reconozco que, septiembre tras septiembre me proponía volver sin ningún éxito, sin embargo, ahora, Cesc Escola me ha devuelto la esperanza de que nunca es tarde y que tampoco una está tan mayor como pensaba.
En el verano de 2017 decidí que no vería más informativos, no quería apartarme del mundo pero no quería ver sucesos, que lo que hacían era provocarme una inquietud y desesperanza innecesaria, sin embargo, Susana Griso y su equipo: Nacho Abad, Diego Revuelta y Gonzalo Bans han conseguido que vuelva. Esta comunicadora tiene algo, algo que la hace especial, es capaz de comunicar e implicarse con una asombrosa maestría, sin perder la objetividad pero empatizando, no sé, consigue manejarse en una línea finísima. Ahora en el confinamiento he descubierto a su equipazo y no solo profesionalmente, sino que, como dicen ellos mismos, ahora son como un reality viviendo de burbuja en burbuja.
Mi pasión por la cocina la alimentan Arguiñano con ese humor tan especial de la cocina hasta tu casa y Jordi Cruz que a traves de su instagram IGTV me descubre que no todo es lo mismo, que los ingredientes pueden ser iguales pero las maneras lo cambian todo, impresionante cómo contagia su pasión.
Por la tarde, suelo pasear por la casa de Octavi Pujades y el patriarca para admirar su cuenteo de la pandemia y esa instantáneas tan, tan, divertidas y aprovecho también me darme una vuelta por la casa de Miguel Angel Muñoz y su Tata ¡vaya tanden tan único¡ Preciosas historias anti-postureo.
Con Pablo Motos viene asegurada la risa nocturna, no hay nada como descubrir ese lado tan “autoayudista” del presentador al comienzo del programa y después ser parte de las tertulias de El Monaguillo o el gurú de openbank, Marron, las Hormigas, Luis Piedrahita, Yivin, Cristina Pardo, el descubrimiento total de Nuria y su esposo: Juan del Val, el nuevo follonero de la nueva, ja,ja. Y por supuesto Jorge Salvador, sí Jorge Salvador, es un gran tipo, no hay discusión, ja,ja.
Durante estos días, semanas y meses ya, ellos se han convertido en mi otra Familia, a través de la cual salgo de este confinamiento sin moverme del sitio, olvidando por un momento el tiempo y hasta el espacio. Son esos otros héroes, de otra saga, que consiguen que la cultura, la información, el entretenimiento, sean la luz que se filtra entre el miedo. Sé que mi relación con ellos se cimienta sobre vínculos unipersonales volátiles, pero no por ello dejan de ser una especie de parentesco tan real y tan extraño como el momento vital que nos ha tocado vivir. Con ellos me emociono, río y hasta me enfado. Así que sí, este confinamiento ha cerrado fronteras y ha abierto mentes, y dicen que la familia más rozada es la que está bajo tu mismo techo y yo, mi tele, la tengo en todo el centro de mi salón.