Cats, el Musical

El Teatro, como todas las artes, tiende a reproducir la vida y la naturaleza filtradas a través del arte, y al igual que para mi un folio en blanco es una inspiración, un rayo de luz es un motivo de búsqueda visual, para el actor, un escenario es como un lienzo en blanco en el que expresarse. Este año, mi hija y su gran amiga del alma, decidieron emprender una nueva aventura, querían divertirse, bailar, aprender, o como deben hacer los niños, jugar, simplemente jugar, así fue como llegó «Segundo Acto» a mi vida, y éste es el prólogo de un sueño grupal en una noche de verano.

De la mano de Eloisa y Mª José, el «Aula Municipal de Teatro Infantil Segundo Acto» concluyó ayer todo un curso de música, cultura y diversión. Arropadas de un completo elenco de colaboradores: madres, padres y amantes de la cultura, «Cats, el Musical» llegó al Auditorio de la Merced de Sanlúcar de Barrameda. El teatro, como catalizar del arte, de la cultura, aunó en un mismo escenario las ilusiones de esos niños que hoy aprenden jugando valores como la convivencia y el crecimiento personal a través de una hermosa historia.

En Cats los gatos salen a escena y nos hablan sobre sí mismos, componiendo un amplio catálogo de personalidades felinas… y también humanas. Su trama gira entorno a la tribu de los gatos Jélicos durante la noche en que toman “la elección jelical” y deciden cuál de ellos renacerá en un nueva existencia. Entre sus famosas canciones destaca el tema “Memory”, un icono de la música mundial. Una noche cualquiera en un callejón cualquiera de una ciudad cualquiera, un grupo de gatos celebra su reunión anual, son los gatos jelicales. Como buenos gatos, cuidan bien su intimidad, pero. por una vez, permitirán que los humanos metamos nuestras narices en sus asuntos. En la reunión del clan, el Viejo Deuteronomio, respetado jefe de la banda, elegirá como cada año al gato que va a emprender una nueva vida gatuna en el edén sideral. Uno a uno, y dirigidos por el maestro de ceremonias vamos conociendo a los gatos y gatas del grupo, pero la elegida para disfrutar del renacer gatuno en el edén sideral será finalmente Grizabella, la gata glamourosa que en sus buenos tiempos abandonó el clan por una vida de lujo, y ahora ya anciana intenta volver encontrando rechazo y desprecio. Gran parte del éxito de Cats se debe a su impactante puesta en escena. El decorado que representa un callejón repleto de detritos humanos… a escala gatuna, la caracterización de todos los personajes como unos convincentes felinos antropomorfizados son elementos que transportan a la audiencia al mundo mágico de los gatos jelicales.

Para mi, que tanto me apasiona el Arte en todas sus dimensiones, envuelto en cualquier esencia, fue todo un disfrute ver cómo estos niños, estos jóvenes, se sumergían de pleno en sus papeles, olvidaban que sus padres, sus tios, sus abuelos o hermanos se encontraban entre las filas del patio de butacas y adoptaban la esencia gatuna durante dos horas de representación. Un gran trabajo de organización, coreografía, montaje, vestuario, atrezzo, sonido e iluminación, un enorme esfuerzo de «Segundo Acto» que mereció la pena.

Jugando, así aprende el niño, respetando, así concibe el valor que sus mayores conceden a su esfuerzo.

¡Felicidades¡