Fotografiar no es darle a un botón, es expresar, a través del manejo de la luz nuestra propia identidad. Como fotógrafos, la luz es la herramienta fundamental con la que contamos para transmitir nuestra forma de entender una realidad subjetiva.
La Luz es el ‘arma’ del fotógrafo para comunicar y es que la luz es la columna vertebral de cada imagen y la iluminación es la que convierte un momento fugaz en un hermoso recuerdo. Ningún sofisticado equipo fotográfico, ningún enrevesado programa de edición puede crear una fotografía; podrá alterarla, modificarla, intensificarla, recrear escenarios imaginarios… pero no crearla.
La luz no tiene un comportamiento arbitrario sino que viene dado por las leyes de la física y da igual si esa luz procede del sol, de un flexo, de un flash, de una farola…es indiferente, la luz siempre se comporta exactamente igual y por tanto, es predecible y controlable.
¿Qué hago yo? En el RETRATO, mis protagonistas son las personas.
Cada persona es especial y en su interior atesora un universo personal único, y conocerlos es la manera, mi manera, para imprimir mi propio carácter en la futura fotografía. Ésta será el resultado de nuestra relación.
La mirada es subjetiva y ves lo que sientes.
En esta ocasión, de la mano del maquillador Damián Guisado, artífice de todo el estilismo, contamos como modelo con Pili Ruiz que amablemente se prestó a participar en un hermoso proyecto del que os hablaré más adelante.
Para esta sesión contamos con la luz del sol, colocando a la modelo en contraposición al sol para encontrar la luz más favorecedora, protegiendo su rostro de la luz directa y usando el sol como luz trasera para su pelo, y las grandes paredes blancas como reflectores rellenando las sombras y creando ese fabuloso resplandor.