Y llegó el Gran Día de Belén y Naci y cada segundo de nervios se transformó en ilusión, y cada instante de incertidumbre en una hermosa realidad.
Unir dos mundos en un solo día parece cosa de magia, pero es que el Amor lo es, dicen que mueve montañas y algo así será cuando desde todos los lugares imaginables acudieron a celebrar ese sentimiento que tiene unidos a esta pareja que derrocha amor por cada poro de su piel.
Lágrimas en el corazón comenzaron a brotar al ver brillar a dos personas tan especiales que iban siendo mecidos, llevados y arropados por quienes más los quieren hasta llegar el uno junto al otro en el Santuario de Regla, donde la voz del amor traspasó los muros de tan ilustre lugar para subir a los cielos y caer en forma de bendición inolvidable sobre los ya esposos.
Y momento tras momento, el deseo se unió a la convicción de que aquello era real, de que cada gesto, cada mirada, cada deseo iban tranformando las cosas más pequeñitas en un sentimiento enorme y gigante que pasarán los años, vendrán las tempestades y los días de sol y nunca, jamás lo podrán olvidar Belén y Narci.
Gracias pareja.
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