HISTORIAS FELICES: ¡Feliz Cumpleaños Stefan¡
No hay cosa que me pueda gustar más ( aparte de las chuches, las pelis románticas y el olor a mar) que una conexión real. Me encantan las personas, sus historias, sus maneras tan distintas y únicas de buscar la felicidad y encontrarla.
Cuando Esperanza me contactó, yo estaba desayunando, y no sabía muy bien lo que me estaba preguntando, pero tras unos segundos, comencé a entenderlo todo. Porque las palabras de Esperanza transmitían una ilusión real: un deseo de regalar algo especial para un persona única. Un cumpleaños, una celebración en familia, un ‘arrejuntamiento’, ¡todo me sonaba tan bien¡. Y enseguida dije ‘Sí, Quiero’ porque a mi esas historias me encantan. Me chiflan las Historias Felices.
Después llegó el momento de conocernos, casi no lo conseguimos, ja,ja, porque parecía que todo se estaba confabulando para ello o quizás, (yo creo que fue eso) porque las cosas difíciles crean momentos muy mágicos. Pero volviendo a aquel día de quedada previa, nos encontramos con el bar de cita cerrado, un teléfono olvidado, una cobertura nefasta, y los wassap que no llegaban y, por si fuera poco, agosto en Chipiona…casi ná.
Pero como todo lo que tenía que ser, será, finalmente nos encontramos frente al mar. Caluroso encuentro comenzado con un tímido apretón de manos pero que una buena conversación, unas buenas viendas y muchas ganas después, concluyeron con un efusivo abrazo y una promesa de pasarlo bien.
El objeto, o mejor dijo el sujeto de todos estos preámbulos era Stefan. Marido y padre de mis cómplices.
Stefan cumplía años y eso era suficiente motivo para recorrer más de dos mil kilómetros y estar junto a él. Así que sus hijas Isabel y Sofía, y también Phillip así lo hicieron.
Llegado el día, yo sentí una energía muy alucinante entre aquella Familia, todos y cada uno de ellos estaba allí para pasarlo bien, y hacérselo pasar bien al otro. Esperanza como alma de esta historia contagiaba felicidad en cada sonrisa. Isabel, la hermana mayor, una mujer serena de mirada auténtica, se dejaba llevar por el ritmo del momento. Sofía, la pequeña, es esa polvorilla que crea ‘buen rollo’ con solo una mirada y que no para quieta en ningún momento. Phillip observaba sonriente. Y Stefan, el protagonista, estaba aquí y ahora.
No hay nada más real, más hermoso y más auténtico que una Familia que se divierte unida, que se mira y se comprende y que a pesar de la distancia entiende que nunca existirá realmente nada que los separe mientras el amor que se profesan sean tan intenso como el que ellos atesoran.
Gracias por compartir conmigo vuestros momentos. Gracias
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