El deseo de toda madre es ver crecer felices a sus hijos, comprobar que sus sueños se van cumpliendo y sentir cómo todo ese amor regalado viene siempre de vuelta. No importa si son pequeños o grandes, para una madre los hijos no tienen edad, para una madre el deseo de protección no entiende de años cumplidos, porque siempre y en todo momento lo único que desea una madre es que nada los toque, que nada los roce, que sean eternamente felices.
CREANDO RECUERDOS ÚNICOS
Cuando Mª José me contactó solo tenía un deseo: congelar el tiempo. Deseaba compartir un día, mejor dicho, un gran día junto a los pilares de su vida: sus hijos Cintia y José Manuel y si podía escaparse, también junto a su marido.
La Familia es el centro de nuestras vidas, los lazos que nos unen son la base de nuestra existencia, y así es para Mª José. Su Amor se multiplica al sentir la cercanía de sus hijos, y vivir con ellos esta aventura es como parar el tiempo y conservar unos momentos únicos para toda la vida.
La energía desbordante de sus palabras y esa carga de tremenda ilusión que sentí en Mª José nos hizo ponernos en marcha para cumplir su deseo. Durante las semanas previas la ilusión de Mª José seguía creciendo, cada gesto cada momento constituía una carga de felicidad extra en espera al momento de la sesión.
Una madre es un refugio, un oasis, el lugar donde todo es posible. A pesar de las vicisitudes y los sobresaltos, una madre siempre está ahí, esperando, defendiendo a su Familia contra viento y marea. Mª José es una mujer hermosa, vital, con una eterna sonrisa a la que la vida ha enseñado a ser paciente, a confiar en que todo irá bien, y a creer y tener siempre la esperanza por delante de ella misma.
Sus hijos: José Manuel es un hombre cabal, seguro, que expresa en silencios el amor que siente y Cintia, la pequeña, es belleza con mayúsculas, es fuerza y energía, y ambos reciben ese amor de familia dejándose envolver y recorriendo junto a su madre los senderos del momento presente, se dejan llevar, respiran, escuchan el canto de los pájaros en un momento ‘relax’ y acaban riendo sin medida. Y, paso a paso, convertimos los lugares en momentos, creando así, recuerdos únicos.
Abrazarnos en familia y sentir de nuevo ese amor que nos hace creer
que no existen imposibles será siempre un magnifico regalo.
Agradecimientos
Estilismo: KOKORO STYLE Caridad Galán y Alejandra I Díaz
Maquillaje: Jessica Casado
Peluquería: Rakel Rodríguez 
EN HOTEL AL SUR DE CHIPIONA Gracias a Rosario López de Meneses y Juan de la Mata López de Meneses y Eloísa Gutiérrez
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