“Hola Irene, llevamos días pensando en multitud de cosas para la boda…si estarán bien, si estarán mal….pero lo que no hemos dudado desde que te conocimos es que queríamos que fueses tú quien captara todas las emociones de uno de los días más importantes de nuestra vida, nuestra boda. Parecía que te conociéramos de toda la vida. Nos transmitiste simpatía, confianza y la tranquilidad de que todo saldrá perfecto. Y sólo nos tomamos un helaito…..!!!!!!! Sólo esperamos que no tengas ese día ya cogido. Besos Ita y Javi” Una lágrima rodó por mi mejilla al leer esto, supe que contar su Historia sería un regalo.
Y el primer sábado de diciembre se tornó cálido, y en Jerez, Javi somnoliento a la par que nervioso, dejaba correr las horas desde el hogar familiar mientras en Chipiona, Ita con el calentador en los pies se rodeaba de una corte de peluqueros, maquilladora, familiares, amigos…una hermosa novia camino del altar.
Y las manos se unieron y el Santuario de Regla escuchó las celestiales voces de un coro que emocionó y transportó a tiempos y lugares de antaño, y al fin los anillos enlazaron sueños, y la brisa con olor a mar llegó en un día donde el sol acariciaba la piel como un celoso enamorado.
Y todos a una, la Familia, los amigos, arroparon a una pareja, presa de las emociones que se escapaban en forma de lágrimas, en forma de sorpresas, en forma de grandes sonrisas. Llegó el día, la Vida, si la dejas, te permite vivir aquello que en sueños tal vez vislumbras…y la Fotografía te regala la eternidad.
Javi e Ita ya son marido y mujer, y atesoran un Amor tan grande que se acrecienta cada día desde el primer instante en el que entre la multitud ajena descubrieron que siempre serán el uno para el otro. Felicidades¡¡¡¡
Gracias a las familia por ser tan especiales, por amarlos y demostrárselo y sobre todo Gracias a Iñaki por ponerme en el camino.