Sevilla acoge a una pareja única: Lidia y Hamish. Con ellos me adentro por una senda inexplorada en la que más allá de las reconocidas calles, de los famosos lugares, más allá de que Sevilla tiene un color especial; más allá de todo, mi objetivo era descubrir el Amor que los une y así plasmarlo. Ambos, junto con Mª Ángeles y Joe nos esperan puntuales junto al Costurero de la Reina, temprano, para que ni el calor ni la gente nos distrajeran de nuestra misión. Una preboda no es solo una sesión de fotos, para mi supone el reto de conocer a dos personas enamoradas y entender cuáles son los códigos que los identifican, qué miradas los convierten en cómplices, porqué sus manos se buscan o simplemente qué les despierta una sonrisa. Gracias a la magia de la luz conecté con Lidia y Hamish y creé un vínculo real. Ellos sí que son magia de la buena, de la que encuentras y no quieres dejar escapar, porque a través de sus ojos el mundo de volvió de un color especial. Dicen que de grandes padres, buenos hijos, y yo añadiría, buenas personas, fue una maravilla cada palabra sentida, cada momento compartido. Inolvidable.
Lidia y Hamish crearon a su alrededor un entramado de risas y sonrisas y por eso la Felicidad ha decidido instalarse a su lado. Ahora, en esta preciosa ciudad, pero sin duda, allá donde vayan la tendrán siempre a su lado. GRACIAS
AGRADECIMIENTOS
Gracias a Cruz
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