El Gran Día ya pasó, los acontecimientos se arremolinan en la mente y el corazón aún palpita al recordar. Un nuevo escenario se abre paso ante las vidas de Isabel y Franciso, un nuevo camino plagado de ensoñaciones, de deseos e ilusiones y volver a vestirse de novios se convierte en una vuelta atrás, en el tiempo y en sus corazones. Y así vivieron su postboda.
Cuando el Amor lo envuelve todo la confianza se convierte en absoluta y al igual que en un sueño enfundarse de nuevo el traje oficial de marido y mujer convierte el deseo en realidad.
De nuevo el sol se abrió paso para brillar inflitrándose por cada ventanal de los salones del Palacio del Recreo de las Cadenas, de la Real Escuela Ecuestre de Jerez. Cada rincón fue testigo de ese sentimiento que hace brillar a esta pareja. Las miradas, los susurros eran auspiciados por la mágica luz.
Dicen que en toda pareja, como en toda vida, habitan mundos extremos y complementarios, donde la seriedad requerida da paso a la risa más espontánea, donde el romanticismo da paso al juego. Porque cuando todo es real todo es posible.
Y al atardecer mojados, exhaustos, Isa y Paco volvieron a encontrarse reflejados en los ojos del otro, y al decir adiós a un nuevo día daba comienzo un nuevo camino en el que como siempre irían mezclados fantasía y realidad…como en los mismisimos sueños. Felicidades siempre pareja.
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