Si alguna persona ajena nos hubiera observado una hora después de conocernos, no hubiera tenido ninguna duda de que éramos tres amigos con una entrañable conversación frente a un café a media tarde. Y es que, tras nuestra previa charla sobre bodas, fotografías, álbumes e historias felices, la conversación derivó hacia la vida, su sentido, la pasión, el amor y cosas varias.

A partir de ahí, Rocío y Miguel se convirtieron, no solo en «Mis Novios», sino que empezaron a formar parte de mi propia historia, aquella que prosperó tras el primer encuentro global en el AWA y terminó con los cinco en Granada. Con su Alambra en el Mirador, con sus avenidas eternamente calurosas, con sus bocatas de jamón express, y con sus escaleritas de la risa… ¡Inolvidable¡

La historia de Xio y Migue comenzó des-pa-ci-to, como esas historias que comienzan a fraguarse a expensas de los propios implicados.  Superación, sueños, esfuerzo. Una historia de luchas y victorias; y sobre todo… una Historia de Amor.

Por eso, llegar al GRAN DÍA junto a ellos ha sido toda una hermosa aventura, en la que nada fue dejado al azar y todo estaba atado y bien atado con un invisible lazo de ilusión y pasión, mucha pasión.

EL DÍA B

Las casas familiares eran verdaderos hervideros emocionales donde las prisas se unían a las risas, la serenidad cogía de la mano a la esperanza y cada quien, sin saber muy bien qué tenía que hacer, ofrecían sus manos abiertas. Y después llegó. Tantos momentos de planificación, tanto tiempo soñando, tanta fantasía especulativa y llegó. El «Sí, Quiero» fue el lazo de unión invisible que convirtió el Santuario de Regla en el centro del mundo en ese instante preciso en el que Rocío y Miguel se miraron a los ojos y vieron su reflejo en ellos.

Después sonaron los vítores, las felicitaciones, los besos y los abrazos del alma. Luego llegaron las bienvenidas, los agradecimientos y así, el atardecer pintó de naranja la Finca El Maestre, y desde la loma, el sol dio paso a la noche. La celebración continuó. El Catering Lebrija convirtió la cena en una manera increíble de agasajo a quienes con el corazón, aclamaban a la pareja. Así, entre dulces momentos conocimos más a Rocío y Miguel a través del vídeo de Jauja ¡impresionante manera de narrar una preciosa historia de amor¡ Imágenes que hicieron escapar risas y lágrimas, emociones envueltas que sobrevolaron esa noche especial.

El Baile fue, simplemente sorprendente, una prolongación de sus propias personalidades, transformando el tradicional vals nupcial, en una fiesta nada ortodoxa al compás de los buenos amigos.

Ese día Rocío y Miguel crearon un nuevo puente hacia el futuro, mirando hacia adelante con fuerza, con sus manos y sobre todo, con sus corazones, más unidos que nunca y con un lema, muy Disney: «Hakuna matata» o sea ¡Vive y sé Feliz¡

Mi deseo pareja, que sea por siempre y para siempre ¡os lo merecéis¡

GRACIAS A TODOS