REALMENTE REAL

REALMENTE REAL

Cuando el Amor llega, las dudas se disipan tan rápido como las nubes de verano. Así fue como los sintieron Mari y Moi al conocerse, descubrieron de inmediato el camino que debían seguir, y es que, en realidad, los sentimientos reales son los más sencillos de reconocer, porque son naturales, sinceros y salen directamente de lo más hondo de cada ser humano para ver la luz, y una vez que amanece ese sentimiento, ya solo puede crecer. Así que el Gran Día de esta pareja solo necesitaba de una pincelada de felicidad, de un rubor de ilusiones, de un iluminador de brillo natural y de aderezarlo con la fortuna de sentir que, por fin, había llegado el momento. Una Boda espectacularmente sensible, donde las lágrimas de emoción y la tensión previa a los instantes irrepetibles, fueron una preciosa banda sonora inicial.