Dicen que la luz del Amor es como el alba, una vez que despunta nada es capaz de detenerlo, por más que muchos intenten echar las persianas, ocultarse tras grandes cortinas o fingir que aún no ha amanecido.
Cuando Tere y Jacobo se miraron, cuando, por fin, sus ojos comenzaron a vislumbrar su reflejo en el otro, sintieron que un nuevo amanecer llegaba a sus vidas, para invadirlas, para inundarlas, para disipar la niebla.
Después, todo fue claridad, ambos descubrieron que a la luz, todo es fácil, las vicisitudes se vuelven oportunidades y los contratiempos, nuevas metas.
Jacobo es una de las mejores personas que jamás he conocido, su sencillez y su sonrisa cómplice te hacen creer en las personas buenas.
Tere, es chispeante, y cuando te mira, cuando te habla, descubres que en sus ojos hay vida, y que sus palabras salen de dentro, de donde nacen las emociones.
Aquella tarde, la luz lo invadió todo, y descubrí que la Vida es como un río en el que Tere, mujer decidida y tenaz, es capaz de zambullirse, y Jacobo, su mejor compañero de viaje, siempre estará ahí para tenderle la mano,
para afianzar su pasos, para que la corriente de la Vida los lleve allí donde la luz nace.
Gracias por compartir conmigo vuestra Luz.
Un millón de gracias a Sema Miranda, por todo.
Y gracias a Helen Holmes de JAUJA PRODUCCIONES por ser como es.