Amanece en Sevilla y el olor a azahar invade las calles de la capital hispalense. Próximo al rio Guadalquivir, los Remedios acoge las últimas horas de soltería de Raúl que, al calor de una gran Familia, siente como, al fin, culminan meses de preparativos, de deseos, de sentimientos, de ausencias y deseos de permanencias.
La calurosa mañana deambula hasta el Corral del Conde, en pleno centro de Sevilla, Patrimonio Histórico Cultural donde, plácidamente, Fátima se deja llevar. En un lugar que aún conserva intacto el encanto de la época, donde la vegetación se adueña del entorno proporcionado un clima de relax y descanso para los preparativos de la novia.
Y en la Iglesia de San Andrés, el “Sí, Quiero” se hizo real y los nuevos esposos conquistaron, entonces, el ruedo de la Monumental Maestranza de Sevilla, donde el Amor invadió cada rincón de la “Catedral del Toreo”.
Finalmente, esta romántica deambulación los condujo al Museo de Carruajes, a ellos y a cuantos conforman su existencia, aquellos que dan color y calor a su existencia y de esta manera, cierran el círculo de lo que la Vida les ha regalado en cada momento, dando sentido a aquellos primeros sentimientos que hicieron que la vida pusiera frente a frente, Cádiz y Sevilla, para sentir hoy, por fin, que todo tenía un sentido: ¡Ser Feliz!
