Pasaron los nervios, germinaron las emociones contenidas, se materializaron las ilusiones, se cumplieron los sueños. La luna de miel, las maletas, las nuevas aventuras, los nuevos amigos…nuevos horizontes.
Y de nuevo llega el momento de volver a vestirse de novios, Mª Carmen y Álvaro regresando a uno de los días más importantes de su vida, la esperada postboda en la playa. Esta vez sin prisas, con la pausa de los buenos momentos, despacio, recordando aquel que fue el Día más feliz de sus días.
Y después el sol los guió a la playa, el mar acogió a los recién casados, y la ola perfecta bendijo esta unión regándola con el salitre de sus aguas y al final, entre beso y beso, tras suspiros marineros, el cielo se tornó del color de la pasión, y la noche fue el sendero perfecto donde perderse para volver a soñar.
