Imágenes para la posteridad, recuerdos imborrables, tímidas miradas frente a un objetivo curioso, propenso al romance, delirante y soñador.
Eli y Antonio, una tarde en familia junto a la pequeña Aitana, divertida y risueña viendo pasear entre arrumacos a sus padres, camino de uno de los días más importantes de sus vidas.
Eli, hermosa y vital, y Antonio, con esa intensidad de las personas honestas, sinceras, la observa feliz cumpliendo su sueño, un sueño ahora compartido.
Paseos entre puesta de nubes, risas tras recodos y arbustos, miradas, susurros, momentos de conexión…salitre, arena y playa…un lugar para un momento.
Vivir la intensidad del momento crea un equilibrio perfecto para construir los recuerdos que hoy son presente y mañana nos volverán a traer la fresca brisa marinera de aquel atardecer.
