LA NOSTALGIA ES UN PODEROSO SENTIMIENTO QUE CONVIERTE LAS CERTEZAS EN DUDAS Y LAS DUDAS EN MIEDOS INVISIBLES

Aquella noche de febrero Agláope se sintió desfallecer, sus hermanas habían salido presurosas tras un fastuoso velero que, raudo y veloz, huía de la gran tormenta. La sirena escuchó sus voces en la lejanía, ese sonoro canto hechizante, pero se sintió incapaz de seguir aquel frenético ritmo porque, otro sonido, desconocido y misterioso, se estaba adueñando de sus sentidos.

Al sentirse desfallecer, se dejó arrastrar desde las profundidades marinas hasta la superficie, con una extraña necesidad de respirar, de salir a la superficie. Al hacerlo, una cegadora luz impregnada de miles de destellos de colores, la avisó de que las rocas estaban cerca: ante ella, el faro más alto que jamás había contemplado se erigía como un mástil prodigioso surgido entre el intenso oleaje.

Entre una penetrante bruma, el escenario que se abría ante ella le recordaba a su propio hogar, su querida isla rocosa. El lugar de su niñez, cuyos recuerdos se arremolinaban ahora en su mente, junto a su querida Mesina. Su isla, Punta del Faro que junto con las otras dos islas sicilianas conformaban uno de los mayores misterios de la humanidad desde el origen de los tiempos.

De repente, las tinieblas de la noche terminaron por confundir su inmaculada orientación, Agláope comenzó a sentir en su piel esa especie de éxtasis que su subyugante canto había provocado durante milenios en los marineros de todos los rincones del mundo. Ese extraño soniquete continuaba sin cesar y al llegar a la orilla una inexplicable necesidad de tocar tierra invadió todo su ser. La luz de la noche, el intenso olor a mar, el cálido eco de la oscuridad la hacían saber que aquel era un lugar desconocido, pero no por ello se sentía extraña, sus sentidos le indicaban que estuviera alerta pero en el fondo de su alma una inmensa paz la invadía. La música iba ‘in creccendo’ y aún sin saber porqué, su cuerpo empezó a vibrar al ritmo de un son desconocido y melódico, una musicalidad seductora que acrecentaba un fuerte deseo de pertenencia.

Así fue como la sirena descubrió el Carnaval de Chipiona y se enamoró perdidamente de esta tierra.

Al sentir ese hermoso y desconocido sentimiento una lágrima resbaló por su mejilla hasta caer en la orilla del mar y antes de rozar la arena ésta se convirtió en una preciosa perla, la primera.

Así fue con la hermosa Agláope se enamoró de esta bendita tierra renunciando para siempre a su hogar, se dejó llevar por las olas y en la Piedra Salmedina fundó su reino desde el que alerta con su canto a los marineros que se acercan peligrosamente al arrecife. Y al atardecer, cuando el sol se sumerge entre las aguas atlánticas, una hermosa figura ondea entre las olas impregnando con su magia aquel lugar.

Y fiel a su cita, cada febrero, la Sirena se acerca a la orilla de la playa de las Canteras, allí su magia hace el resto, transformándose en una joven más, camuflada entre las callejuelas para disfrutar de aquello que le robó el alma y le da la vida: El carnaval chipionero.

Esta es la historia de un Cartel, lo que se esconde tras una imagen, aquello que me inspiró para presentar una obra a la fiesta señera de mi pueblo. Más de cincuenta horas de trabajo, una labor de artesanía a lo moderno, donde cada detalle tiene un porqué, y cada luz y cada sombra explica un motivo.

Gracias a la artista y fotógrafa Rebeca Saray  y Desiré Delgado por su inspiración así como a todos aquellos que comparten a través de las redes sociales sus trabajos y sus conocimientos. Afortunadamente vivimos en una nueva era en la que muchos colaboramos para que todos participemos en este maravilloso mundo de la creación.

Así se gestó una ilusión que finalmente, aunque no consiguió el objetivo principal, sí lo hizo y con creces a nivel personal y profesional, convertirtiendo un sueño en una realidad en el que cada paso es un gran paso hacia adelante.

Gracias a Damián Guisado, maquillador y peluquero de esta sesión porque con él cada reto es una nueva aventura, y por ser un perfeccionista nato. Un trabajo de caracterización increíble.

Gracias a la modelo, Pili Ruiz Espejo por tanta generosidad, por su paciencia y por involucrarse en un frío día sin importar ni el frío ni todo el público que allí se plantó durante toda la sesión.

¡¡SIGAMOS SOÑANDO¡¡

 Peluquería y Estética. Damián Guisado

Gracias por tanta profesionalidad y sobre todo por tantísima pasión

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Muchas gracias a PILI RUIZ ESPEJO. La Sirena más hermosa.

Gracias por ser tan preciosa por dentro y por fuera

 

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