PACO PEREZ VALENCIA

La emoción lo cambia todo

Tiene esa mirada infantil de quien está descubriendo el mundo a cada paso, con cada palabra, con cada imagen que reflejan sus pupilas. Y al mismo tiempo, guarda dentro de sí una enorme profundidad existencial, preguntas que intenta responder a través del lápiz que lleva pegado a la piel y que le conecta con el mundo.

Paco Pérez Valencia es un tímido maravilloso que resguarda su fragilidad tras una sonrisa. Disfraza su sensibilidad con pinceladas arriesgadas y rompedoras. Su carácter afable y pacífico viste a un guerrero de claroscuros. Y su voz tenue y tranquilla es la capa que envuelve a un creador que grita, lucha, se atormenta, goza y vive su verdad. Juega entre la luminosidad de Camus y la oscuridad de Pasolini. Pero quién no tiene luces y sombras. Y los artistas aún más.

Porque Paco Pérez Valencia es un Artista en su más amplia expresión y su mundo, ese mundo interior lleno a rebosar de ideas, proyectos y una visión adelantada al espacio y el tiempo que transmite una genialidad que no todos entienden.

Pero solo hay que escrutar con un poco de atención, mirar con sus ojos para que todo cobre sentido. Su obra es él. Y como tal es única e irrepetible. Especial.

Miradas de mujer ha buceado en el interior de Paco Pérez Valencia para ir más allá de lo que alcanza la simple vista. El hombre, el artista, nos ha dejado entrar en su Santuario, su recinto sagrado, su estudio. Y allí ha desnudado su alma para nosotras. Allí donde trabaja horas y horas solo con su inspiración y envuelto en la magia que proyecta el lugar. Sin wifi, sin cobertura, sin distracciones, nuestro objeto de miradas pinta, escribe, sueña y perfila el mundo a su manera.

Lo primero que vemos al entrar son libros de poesía profusamente subrayados, manuales de filosofía, cuadernos, una gran cantidad de cuadernos escritos a mano y rebosantes de vida, recortes de prensa… y en medio de todo ello, juguetes. Y muchos lápices y pinturas. Las paredes cubiertas de bocetos, obras pictóricas cargadas de la fuerza de las palabras y una energía que irradia el amor por lo que hace.

Y queremos saber todo y más sobre esta figura que nos es tan cercana y que al mismo tiempo está en la estratosfera intelectual y artística.

¿Quién es Paco Pérez Valencia?

Un niño todavía. Un niño que sueña, ama, se emociona por cosas insignificantes y que siente la vida como un regalo.

 

Encuentras en el Arte tu forma de expresión. ¿Qué quieres contar con él?

Cuadros, dibujos, escritos, clases en la universidad, charlas, acciones en la naturaleza, en la calle, con la gente… sea cual sea el vehículo expresivo, sigo hablando de lo humano, de los miedos a la soledad, del placer de vivir, de la rebeldía, del amor…

La pintura es tu forma de expresión pero… no la única. Háblanos del lenguaje del cuidado.

Solo soy alguien que necesita dibujar para vivir. Nada más. Pero siento la necesidad de hacer, de dejar aquí, para otro, para alguna vez, lo que sea, un poema, una historia, una huella. Así nacen constantemente ideas que necesitan un cuerpo expreso, como el lenguaje del cuidado, un proyecto que nació para hablar de algo universal: el acto de cuidar, de usar nuestras manos para acariciar, para sostener, para proteger. Está basado en el ámbito de los Cuidados Paliativos y de allí, al mundo.

En tu lenguaje siempre aparecen palabras como amor, pasión, abrazos, diversión, rebeldía… ¿Qué significan para ti?

Son como las estrellas de una constelación. Mi Vía Láctea.

Para ti la creatividad y la inteligencia emocional es vital en el ser humano. ¿Crees que en la sociedad de hoy se fomenta?

Es una pregunta para la que necesito tiempo; necesito pensar mucho más para responder. Lo cierto es que creatividad e inteligencia emocional siempre estuvieron con nosotros, desde el primer instante, aun llamadas de otra forma o simplemente, desconocidas para el mundo. Y hoy son vitales, es verdad, pero aún distantes. ¿Sabes por qué? Solo empleamos esto pensando en su rentabilidad, no en su capacidad de transformación y mejora. Cuando nos demos cuenta de que la felicidad es el principio de todas las cosas, nos sorprenderá lo sencillo que es vivir.

En tu faceta pedagógica, das clases en la Universidad Autónoma de Barcelona, también en la Politécnica de Cataluña, a jóvenes artistas, aportándoles tu experiencia y conocimientos. Pero, ¿qué te aportan ellos?

Todo lo que anhelo. A veces siento que soy algo parecido a un estafador. Voy a Barcelona a enseñar y regreso a casa con una riqueza intangible.

Me preguntan constantemente si creo en el mundo y mi experiencia en estas aulas me brinda una respuesta emocionante: miles de jóvenes me lo enseñan cada día. No solo creo en ellos, en el mundo. Es que amo todo esto.

Eres fundador de La Universidad Emocional, un proyecto arriesgado y rompedor. ¿Qué te ha llevado a embarcarte en esta aventura? ¿Qué hacéis en esta Universidad?

Querer más de la vida. Aprovecharla hasta el último sorbo. Me lo debía. Me debía el salir a explorar fuera del estudio. El desafío de montar un proyecto colectivo. Pedí ayuda. Acudí a mi padre para que me acompañase, como mentor y solo por haber podido estar a su lado en estos seis maravillosos años, doy gracias a la vida.

La Universidad Emocional es el laboratorio desde donde cambiar el mundo. Nos dirigimos a las personas, independientemente de su origen, profesión o entorno; trabajamos todas las posibilidades que nos ofrece nuestro talento y descubrimos nuestro poder.

Sabes que el Gobierno canario ha anunciado que implantará la asignatura de Educación Emocional para la creatividad… Y eso supone un paso cuantitativo y cualitativo en el proyecto que lleváis a cabo. ¿Confías en que esta iniciativa se extienda?

Empieza a ser una realidad. Entiendo las reticencias de muchos, pero no me cabe ninguna duda: la emoción lo cambia todo. Por eso, conocerla, explorarla, brindarla, nos hará más fuertes y más deudores de la vida. El problema viene cuando queremos rentabilizarlo todo, entonces me parece depravado. Por eso hay que luchar por tus sueños y defender esta oportunidad como una posibilidad única. Quiero alumnos felices, profesores felices, colaboradores felices, solo así llegaremos mucho más lejos, juntos.

Eres también articulista en el diario ABC, donde escribes tus opiniones de una forma clara y a veces no muy políticamente correcta. ¿Eres de los que llaman a las cosas por su nombre, sin tapujos?. ¿Estamos preparados para ello o preferimos quedarnos en la zona de confort?

No sabes cuánto me gusta tu pregunta-comentario, porque si es así como me ves, me encanta. Me gusta arriesgarme mostrando una perspectiva distinta y desde luego personal, pero juego limpio. Nunca juzgo, respeto siempre. Mis ideas salen al mundo y chocan o se enamoran de otras, con eso me siento fascinado.

Llegados a este punto, surge la pregunta en torno al cartel anunciador de las Carreras de Caballos de 2016 que tanta polémica ha suscitado. Y Paco Pérez Valencia entorna los ojos y nos pide que le sigamos hasta otra de las estancias del estudio donde guarda las 11 piezas que durante 3 meses creo con un solo objetivo: contar lo que son para él las carreras de caballos.

Nos invita a mirar desde sus ojos, esos ojos de niño que según nos cuenta, disfrutaba del espectáculo en la playa como de una gran aventura que esperaba con impaciencia y que su madre le regalaba una vez al año, a pie de arena y de mar. Ese acontecimiento irrepetible que suponía un disfrute para sus sentidos. Una experiencia que se ha quedado grabada a fuego en su mente y en su recuerdo y que ha rescatado para compartir con todos nosotros a través de su obra.

Cuando le preguntamos por el significado de la obra nos cuenta el por qué de su pintura: Una bandera, Sanlúcar y sus carreras; ecos de un pasado que rememora con nostalgia; la evocación de un recuerdo infantil, de los olores de antaño, del aire de entonces. Una mirada silente hacia unas carreras de caballos que nada tienen que ver con el acontecimiento deportivo y social de la actualidad.

“Recibí el encargo para hacer el cartel anunciador de las Carreras de Caballos en las playas de Sanlúcar de Barrameda como una deuda personal hacia mi propia ciudad. He sido un niño muy feliz en estas playas y mi recuerdo de estos días mágicos eran sencillamente únicos. No hablo del acontecimiento deportivo, sino de la mirada de un niño que vivía las carreras desde muy temprano, preparándose, ansiándola. Mis padres, mis abuelos, la gente cercana, la espera, los ruidos de la vida, la marea bajando poco a poco, tan lentamente que se me hacía eterna. De repente los primeros murmullos, los más audaces abriéndose hacia la misma orilla. El paso fugaz de los caballos, a veces invisible y la magia de la llegada de la noche, al fin”.

Y de esa mirada nació el cartel de las Carreras de Caballos 2016, un cartel que ha sido objeto de muchas críticas. Queremos saber si los comentarios negativos le han afectado. Paco sonríe, mira al cielo y abre los brazos.

“Esa es mi visión. Mi mirada. Y he plasmado en mi obra lo que sentía. Muchos de mis colegas de Barcelona me han dicho que arriesgaba poco mientras que muchas otras personas no han entendido mi visión. Todas las opiniones son válidas. Pero yo he pintado lo que veía mi corazón”.

“Todo proceso creativo tiene picos emocionales y para este cartel he podido entrar de lleno en un mundo que me pertenece. Este es mi cartel. Cerré los ojos y aparecía ante mí un escenario fascinante, inmenso, secreto, muy nostálgico. 

Estoy muy contento de haber podido llegar hasta donde deseaba. No espero gustar a todo el mundo, solo deseo ofrecer una mirada comprometida y honesta. Como siempre hice”.

Y lejos de mostrar malestar o decepción, Paco Pérez Valencia dice estar “orgulloso y satisfecho” con su obra. Porque como él dice, “lo importante es Ser fiel a ti mismo, a tu alma, no darte por vencido, no tirar la toalla. Y cuando las cosas no salgan como esperas, para, respira y date tiempo. Mañana será otro día”.

Quizá por esa mirada introspectiva, atisbamos que Paco Pérez Valencia es amante de la esencia, de las pequeñas cosas, de los detalles. ¿Qué cosas te inspiran para pintar?

Encontrarme en el periódico la mirada que implora de un refugiado. Descubrir la inmensidad en un poema fortuito. Dejarme llevar por la fragancia de una canción de Bowie o los silencios de Debussy. El hombre que hay en Albert Camus. El diablo carnal que hay en Pasolini. Un ruido chulo, el viento en la cara, perderme en mis pensamientos, recordar a los que ya no están, una buena conversación…

¿Hay algún lugar especial en el que te guste perderte?

Mi estudio, el lugar al que acudo cada día, ese es mi reino. Allí vivo con plenitud y no me importaría cerrar los ojos algún día con lápices en la mano.

Tú tienes un hijo, Curro. ¿Qué mundo te gustaría dejarle?

Pienso mucho en ello y creo que tengo en esto una grandísima responsabilidad. Lucho por que pertenezca al mundo sin miedo, un mundo hostil pero inmenso, fascinante. Quiero enseñarle que ese mundo dependerá de él y que todos tenemos sitio, que solos somos muy poca cosa, que necesitamos a todos.

La solidaridad, la lealtad a la amistad, el cariño en el habla, la escucha, el placer de vivir le corresponderán a él.

 

Para ti el mundo de la infancia es muy importante. ¿Qué han de aprender los niños? ¿O somos nosotros los que hemos de aprender de ellos?

Los japoneses dicen que se aprende por imitación. Es muy importante ser fiel al mundo y que los niños lo vean, porque aprenden siempre. Los niños deben aprender valores, saber brindar sus sueños con confianza, expresarse abierta y valientemente, ser ellos mismos, cada uno con sus talentos, disfrutar del conocimiento y de todo cuanto significa compartirlo con los otros. El talento que no sirve al mundo, me parece desperdiciado. La tecnología desordenada, la tiranía del segundo y tercer idioma, la competitividad en la evaluación, no me gustan nada. La infancia debe ser vivida desde su propia dimensión del mundo. Cuando sean mayores necesitaremos lo mejor de cada uno, no solo sus competencias, sino sus valores. Y nosotros tenemos la oportunidad de verles constantemente como un reflejo de lo que fuimos y de lo que nos vamos alejando. Una enseñanza única.

¿Cuál es tu sueño por cumplir?

Pasar una tarde cualquiera, en casa, recién duchado, presto a comenzar una peli de John Wayne. Toda la inmensidad para mí.

Hay algo más. Deseo llegar al final de mi vida y pensar que todo mereció la pena.

¿Cómo te gustaría que te recordaran?

Como una buena persona. Sí, al final ¿qué hay más grande y emocionante que esto?

 

Un artista sabe que no hay belleza sin forma, pero también que la forma de la belleza depende del ideal de una cultura.

El artista trasciende, parcial y momentaneamente el dilema añandiendo un factor: no hay belleza sin mirada.

Es natural que el artista privilegie a la mirada. Pero el gran artista no invita no solo a mirar sino a imaginar.

Carlos Fuente

«La Pasión es una emoción crónica»

Thèodule-Armand Ribot

“Miradas de Mujer» es un espacio dedicado a la Mujer de hoy.

Una mujer que busca incansablemente respuestas, que agota las horas del día afanandose en ser feliz. De la mano de la escritora Ana Gamero y con las fotografías de Irene Vélez aprenderemos a mirar a través de sus ojos, a través de sus vidas.

Irene Vélez. Fotógrafa

Ana Gamero Galvez. Periodista y escritora

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